miércoles, 17 de diciembre de 2008

Deseo


El hablaba por teléfono cuando la vio. Ella también hablaba, móvil en mano, móviles sus labios carnosos, móvil su respiración agitada, que delataba un gran enfado.
En él se despertó un deseo adormecido por los últimos avatares bancarios, y observó con detenimiento a la ejecutiva que impedía su paso en el portal . Un entrecortado buenas noches permitió que él abriera la puerta mientras ella le seguía camino del ascensor.
Pensó morir en ese breve espacio de tiempo transcurrido hasta llegar a su ático. Se le acumuló toda la timidez de su adolescencia en su mirada al igual que otro torrente hacía lo mismo con lo que pretendía ocultar.
Por fín llegaban.
Cuando él abría la puerta de su casa notó la mano de ella aferrada a su cintura. Todo fue rápido, desprenderse de ropa, ansia de labios, sugerentes estímulos, movimientos arriba y abajo, boca cubriendo los dientes con la lengua, aproximaciones al glande. Asta de miel en su boca, en su cuerpo.
Revienta de deseo cuando entre gemidos se cuela un pensamiento " amo a otra"...

martes, 2 de diciembre de 2008

Huida hacia adelante



Los últimos días se han acumulado muchos problemas, tomas de decisiones que tenían que haber dejado resuelto los que me precedieron.

Medité, fui en exceso prudente, dejé de dormir plácidamente. Cada paso que he dado lo he medido, he negociado acuerdos que fueran favorables a todos.

Hoy me encuentro, en el útimo paso, con la negativa de quien dice estar a mi nivel y no a mis ordenes. Dice que no sé cual es mi lugar, se atrevió a meterse con mi carácter alguien que ha cruzado conmigo dos conversaciones.

Quise dar la espalda, huir de la situación que me acongoja. Sin embargo, en un ataque de dignidad, saqué las uñas más afiladas, y clavándolas en mi adversario hice cumplir lo que tanto esfuerzo estaba costando.

Dar la espalda nunca, que ya sabemos lo ágiles que son los puñales verbales.